La investigación de los hechos comenzó en julio de 2017 cuando una mujer que se dedicaba a la prostitución denunció, en el puesto principal de la Guardia Civil de Tomelloso, que una persona conocida por el sobrenombre de 'El Gitano', con quien ella contactaba a través de Facebook o de Whatsapp, la había agredido porque ella le debía 80 euros por dos dosis de cocaína que él le había proporcionado.
A raíz de estos datos, los agentes iniciaron gestiones tendentes a la comprobación de un posible delito contra la salud pública con el seguimiento de los movimientos de varios sospechosos, a los que realizaron un meticuloso control de las comunicaciones, que acabó deparando la entrada y registro de las viviendas de estas once personas, en octubre de 2018.
En las viviendas de todos ellos se encontraron sustancias estupefacientes durante los registros de los agentes y todos los acusados ingresaron en prisión provisionalmente, si bien, en la actualidad, tan sólo dos de ellos permanecen en la cárcel.